Una tarde, unos meses atrás de llegar a Auchviz, Padre llego a casa comunicando que el Furias iría a cenar la casa de Berlín. Todo el mundo estuvo muy nervioso esos días y preparando cuidadosamente cada detalle de la casa.
Aquella noche todos se vistieron muy bien. Cuando aquel hombre llego, salieron a recibirlo. Era bajo, de cabello negro y corto y un bigote diminuto. Iba con una mujer rubia y hermosa. Los chicos se presentaron y en seguida los mandaron arriba con la orden de no molestar y no bajar en toda la noche. Esa misma noche Bruno oyó discutir a Padre y Madre sobre marcharse de Berlín.
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