A las semanas de llegar allí Bruno se hizo un columpio. Mientras se columpiaba, el chico se cayo al suelo. Pavel, el cocinero, lo llevo a la cocina y le curo la herida de su rodilla. Mientras el subía a su habitación, oyó a su madre decirle a Pavel que si preguntaban diría que ella le curo la herida a Bruno. Eso le sentó francamente mal al chico.
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